Penicilina versus heridas infecciosas.

Date:
1945
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Credit: Penicilina versus heridas infecciosas. Source: Wellcome Collection.

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    tienen la tendencia a resblandecerse después que se ha usado la crema de penicilina durante una semana o más. El Consejo Británico de Investigación confirma también el uso que hace Bodenham de la penicilina en polvo, en algunas casos, aunque la duración del efecto puede no ser tan larga como la de la base cremosa. Los factores que influencian la dosificación son la cantidad de secreción superficial (una secreción abundante diluye la penicilina y la hace desapare¬ cer), y la intensidad de la infección, ya que es necesaria una dosificación más alta durante el perío¬ do de invasión. Se debe aplicar suficiente cantidad para que toda la superficie de la herida sea coloreada con la penicilina (generalmente 8 unidades por centí¬ metro cuadrado). La penicilina en concentraciones hasta de 20 unidades por centímetro cuadrado no demostró tener efectos perjudiciales sobre los injertos de piel, sino que facilitó el injerto de las superficies descarnadas.3 Se ha reportado que si se aplica la penicilina de tal manera que llegue a todas las partes de la herida, se obtiene la esterilidad en un período de 36 a 72 horas. Esto se debe comprobar por medio de torundas bacteriológicas, continuándose el uso de la penicilina hasta que se hayan obtenido por lo menos, tres torundas negativas consecutivamente. Heridas de los Tejidos Blandos En el informe británico2 más reciente, sobre la ex¬ periencia obtenida en herida de los tejidos blandos, se declara que se llegó a un acuerdo general entre los cirujanos respecto a que las heridas inferidas en Italia “se infectaron más rápidamente que las del Cercano Oriente y una herida de 24 horas que no ha sido tratada puede ya mostrar formación de pus.” Se limpiaron las heridas en las estaciones de emer¬ gencia, mandando a los heridos a los hospitales de las bases. En todos los casos, ya se usase o no la penicilina, se confió principalmente en la cuidadosa excisión que se hizo y en el hecho de dejar las heri¬ das abiertas; pero en algunos casos el tratamiento preliminar incluyó la aplicación del polvo de peni¬ cilina y sulfatiazol (5000 unidades por gramo, con una dosis media de 2 gramos), a través de la herida. Se efectuó a tiempo una sutura secundaria en los hospitales de la base a los que llegaron los pacientes generalmente en menos de diez días de la fecha en que recibieron la herida. El informe continúa: “La técnica de la administración de la penicilina en la sutura secundaria se hizo bastante regular: (1) para las heridas superficiales, si estaban limpias— una sola insuflación del polvo de penicilina y sulfa¬ tiazol y sutura; (2) para las heridas superficiales sucias—insuflaciones preliminares una vez, diaria¬ mente, durante dos días, suturándose entonces, des¬ pués de una tercera insuflación; (3) para los senos y heridas perforantes a las que no podía llegar el polvo—sutura con tubos finos de goma e instilaciones de 3 centímetros cúbicos (250 unidades por centí¬ metro cúbico) en cada tubo diariamente durante cuatro días. En los tres tipos no se hizo virtualmente ninguna extirpación, excepto para reavivar el borde de la piel y extirpar algún colgajo de piel suelto.” Ampliando algunos de estos detalles, un informe3 que se rindió al Departamento Británico de Guerra, relata que los tubos de goma que se usaron, fueron introducidos a través de incisiones hechas a propó¬ sito, con el extremo exterior sobresaliendo del ven¬ daje. El tubo debe ser de orificio pequeño de modo que, para la inyección de penicilina, se le pueda ajustar una jeringuilla sin aguja y no haya derrame. El número de tubos que se empleen depende del tamaño de la herida, pero generalmente consiste de cinco. Con este tratamiento con penicilina se aho¬ rraron de dos a tres semanas de hospitalización y los resultados funcionales fueron excelentes. Las heridas mostraron poca reacción. Algunas segregaron “un líquido purulento de color rosado salmón,” que se volvía verde sobre el vendaje; dicho líquido era “pus gram-negativo” y contenía Pseudomonas aeruginosa y le precedió rápidamente la cicatrización, a pesar de su formación. Las causas de fracaso o unión subtotal fueron: “Suturación en capas tan apretadas que la solución no podía penetrar en toda la herida; colocación de suturas demasiado cerca del borde de la piel; el hecho de quitar los puntos demasiado pronto” (se debían dejar por lo menos diez días); “inyección de demasiada cantidad de solución, ya que esto tiende a separar las superficies de la herida (se comprobó que 3 centímetros cúbicos por tubo eran mejor que diez centímetros cúbicos); y el hecho de confiar sólo en el polvo antes de hacer la sutura, cuando éste tiende a ser eliminado por la sangre casi siempre. La dificultad mayor en la aplicación de este tratamiento fué causada por la excisión drástica de la herida, hecha indebidamente en la zona circundante; se hace mucho hincapié sobre el hecho de que esto debe hacerse de un modo conservador, salvando especial¬ mente la piel.” También se declara enfáticamente que no se debe intentar hacer la sutura en el puesto de socorro y que el individuo debe permanecer en el hospital de la base donde se lleve a cabo, hasta que la cicatriza¬ ción esté completa. Florey y Cairas1 han añadido a esta discusión el hecho de que muchas heridas infectadas son muy